Los mexicanos que
seguimos de cerca los acontecimientos políticos, creímos que con la decisión de las fracciones
parlamentarias del PRI Y del PAN de autorizar
el incremento mensual de la gasolina estaban cavando su tumba
electoral el 2012, desafortunadamente,
la amnesia se sobrepuso a la reflexión y
al sentido común de 17 millones de mexicanos a la hora de emitir el voto; gracias
a ellos, los que no votamos por EPN también estamos cargando esa cruz.
En la exposición
de motivos de ambas fracciones pesa el argumento de que se
requiere un aumento gradual mensual
hasta diciembre del 2014, como una
estrategia para eliminar o reducir el subsidio gubernamental a los energéticos,
que representa un boquete a las finanzas públicas del país. Lo cual, según expertos, implicaría un incremento de 2 o 3 centavos adicionales a
los 9 que se aplicaron en 2012
Sin embargo, La
propia Secretaria de Hacienda ha reconocido que el aumento en los precios de la
gasolina que se aplicó mensualmente no ha sido suficiente para
reducir el subsidio que para este año se fijo en 51,000 millones de pesos, como
aprobó el Congreso en la Ley de Ingresos 2012. Al tercer trimestre de ese año, el subsidio a la gasolina fue de 15 mil 382 millones
de pesos, 10.3 por ciento más que en igual mes del 2011, según el informe de
las finanzas y deuda pública.
El antecedente del
gasolinazo data desde el 2007 cuando los 170 diputados del PRD, convergencia y
PT interpusieron un juicio de inconstitucionalidad ante la decisión de la mayoría priista apoyado por
los panistas de incrementar un impuesto de 36 centavos a la gasolina que se comenzó a
cobrar de manera gradual, a través de un incremento de 2 centavos cada mes, el
asunto fue empeorando hasta llegar a 9 hoy en dia con tendencias a
incrementarse.
El centro de estudios económicos del
sector privado (CEESP), estima que se habrán perdido 180,000 millones de pesos;
150,000 millones por exenciones al Impuesto al Valor Agregado, y más 70,000
millones de pesos en electricidad.
Ante un escenario de este tamaño y por las señales que ya asoman en el PRI
para gravar alimentos y medicinas,
se advierte en los próximos 6 años un panorama desolador
para los consumidores (todos los
mexicanos) esta tendencia alcista en costos e impuestos puede llevar a Peña
Nieto a decretar un aumento en precios y tarifas del sector público en otros rubros como las tarifas eléctricas,
carreteras, precios de algunos otros servicios como tenencia, drenaje, agua,
entre otros.
Expertos están
recomendando al presidente que para que tape "el agujero fiscal que
trae el país por subsidiar
principalmente la gasolina, tendrá que incrementar el ajuste mensual de 9 a
10 o 12 centavos"; Porque a su juicio,
el gobierno no podrá tapar nunca ese agujero con los centavitos autorizados. “Si se compara con
el precio internacional, el litro de gasolina en México debería ubicarse en
12.05 centavos, ahorita está en 10.69 la Magna”. A este ritmo, al final del sexenio el precio de la magna se
ubicaría casi en 18 pesos, lo que implicaría un incremento del 60 por ciento
para estas mismas fechas del 2018. Nada más para que nos imaginemos lo que está
por venir.
Algunos analistas aseguran que el subsidio a la gasolina lejos de cumplir con el propósito de ayudar a los sectores vulnerables, más bien esta medida beneficia a empresarios y grupos sociales económicamente fuertes, porque son los que más consumen, y que por lo tanto, se debe retirar.
Algunos analistas aseguran que el subsidio a la gasolina lejos de cumplir con el propósito de ayudar a los sectores vulnerables, más bien esta medida beneficia a empresarios y grupos sociales económicamente fuertes, porque son los que más consumen, y que por lo tanto, se debe retirar.
Pero
trato de entender las razones por las que se ha
generado la necesidad de subsidiar la gasolina, cuando sabemos que PEMEX es muy rentable
pero que ha sido saqueada por líderes sindicales corruptos siempre
apoyados y/o coludidos con funcionarios
de la paraestatal cuyos escándalos
siempre han salido a flote en diferentes momentos de nuestra historia;
recuérdese a la Quina, Barragán Camacho y ahora Romero de Champs, ¿cuáles son
los resultados? Es fácil deducirlos sobre todo si somos testigos históricos del desmantelamiento deliberado
PEMEX con tendencias privatizadoras
Millones de mexicanos sabemos que los
gobiernos de derecha o no quieren o no pueden impulsar iniciativas para incrementar las capacidades de
refinación, con lo que se abaratarían costos de producción; siempre dicen que
no hay recursos suficientes; tampoco fortalecen las cadenas de producción de
petroquímicos, por lo que es evidente que están cediendo los mercados internos a intereses extranjeros,
por supuesto que esto conduce a un encarecimiento natural de la gasolina al
estarse comprando en los estados Unidos a precios internacionales , cancelando
importantes oportunidades de desarrollo para México. Esas orientaciones en la
industria petrolera han sido
fortalecidas por los gobiernos del PRI y del PAN a lo largo de los 5 últimos
sexenios.
Habría que
recordarle a EPN, que de acuerdo a lo
confirmado en el informe de la Cuenta Pública 2012, presentado en febrero por
la Auditoría Superior de la Federación, por concepto de exenciones
arancelarias, devoluciones y gastos fiscales se benefician a grandes monopolios nacionales y extranjeros,
por lo cual el gobierno deja de recibir casi un billón de pesos al año, lo que subsanaría, por mucho, la
erogación para subsidiar la gasolina y se taparía este enorme “hoyo fiscal” que
está sangrando las finanzas publicas.
Recaudar más dinero por este concepto no es una medida equilibrada; porque
quienes deben pagar más impuestos son
los que más tienen; este criterio
debiera prevalecer en un país democrático
con instrumentos fiscales justos. Por
añadidura, el incremento a la gasolina también provoca en cascado el disparo de
los precios en todos los productos de la canasta básica, y aquí, los que sufren
más son los grupos sociales pobres, o
sea, muchos millones de mexicanos que viven al día luchando solo por sobrevivir.
Se entienden que los desequilibrios en la
balanza comercial de los hidrocarburos tienen que ver con el costo de
adquisición por litro y el precio con que se vende al público, pero no me
parece justo que se pretenda tapar un
boquete de las finanzas públicas, abriendo otro
en los paupérrimos bolsillos de
los ciudadanos de menores ingresos.
Ojala y que estas medidas se aplicaran únicamente a los
que votaron por el PRI, creo que sería lo único que nos habrá de hacer entender
a los mexicanos que debemos de ser mas
responsables a la hora de tomar una decisión cívica de este tamaño; en
un país hipotético con una democracia
químicamente pura, sería una gran lección de justicia divina porque los
errores debieran pagarlos quienes los cometen. Como dice el dicho; la reata siempre se revienta por
lo más delgado